lunes, 1 de abril de 2013

LAS FOTOS (SEGUNDA PARTE-FICCIÓN)

Reconozco que ayer la volví a liar; me quemaba por dentro el quedarme quieto y la volví a liar. Hice lo que mejor ser hacer, mandarle un par de correos, amenazantes, y ser el hijo puta que siempre he sido. No debí de indagar más y dejar el tema tal como estaba. Cierto que encontré las fotos por casualidad, pero mi rabia, mis ganas de joderle (y no precisamente metiéndole el nabo) se apoderó de mí de nuevo y no pude estar quieto. Le di vueltas un par de horas, pensando en lo que podía escribirle, tanto por correo, como en su muro (en los dos, en su perfil de él persona, como en su perfil artístico); antes estuve indagando con las fotos que había encontrado, en serio, de casualidad por mi muro y averigüé lo que me temía; no sé porque me jode tanto que esté trabajando en el cine porno (en una página especializada y me imagino que amateur); no se trata de que este haciendo eso, ni tampoco de que no me haya dicho nada. Sigo insistiendo en como si tuviera que explicarme todo, como si entre nosotros no hubiera pasado nada. Ni tan siquiera quedó la amistad tras la desastrosa relación, de tiras y aflojas, de ahora nos vemos, ahora no te quiero, ahora te odio, ahora déjame, ahora volvemos… la amistad estaba desquebrajada por todos lados y era imposible que se hubiera salvado.
A veces parecía que sí, que podíamos mantener una bonita amistad; se consiguió durante un largo tiempo, pero volvíamos a las andadas. Tras conocer que tenía una nueva relación (nunca olvidaré la primera vez que le vi besar a otro delante de mí; bueno me lo encontré de casualidad en una discoteca de Madrid; él estaba con sus amigos, que no eran los míos, pero eso es otro tema, y le vi enrollándose con alguien que no era de su tipo; me dio un vuelco el corazón y esa noche ya no me divertí); pues bien, tras conocer que aquel tipejo solo fue un rollo, me imagino que producida por el alcohol, que más tarde me reconoció él, por mis reproches y por nuestros tiras y aflojas; me reconoció que era un tipejo feo, y que le entró el calentón… aunque no me lo creí bien del todo, la respuesta a medias, no le pregunté más y deje el tema. Dejaba muchas cosas en el aire, sabiendo que a mí me molestaba y mucho; siempre me decía que no me satisfacía sus respuestas, que siempre preguntaba y preguntaba. Nunca entendió esa parte de mí. No sé si quiso entenderlo o lo hacía realmente por putearme… en fin, que me voy del tema: tras conocer su relación seria, con un Canario, estuve un tiempo que le iba enviando correos, queriendo saber de él; fue a buenas, pero poco a poco iba subiendo de tono, incluso provocándole erecciones con mis guarradas o recordándole nuestros buenos polvos; me decía que si le invitaba a casa, a cenar, o por ahí, podíamos pasar una noche; sabía que no lo iba hacer (que yo sepa siempre fue fiel, al igual que yo) pero me ponía y mucho esa situación. Pues bien, tras volver hablar con él por teléfono, nos volvimos a picar con asuntos del pasado hasta que volvimos a dejar de hablarnos. Como ya dije, siempre estábamos igual. Ahora sí, ahora no, ahora no te hablo, ahora sí, tanto él como yo, aunque reconozco, que siempre le tiraba la caña y él recogía el anzuelo.
La diferencia de edad, entre nosotros, nunca fue el problema, nos llevamos siete años; no es mucho, pero por aquel entonces, él era joven y buscaba sexo potente; nos conocimos en la misma página que ahora está haciendo las escenas. No recuerdo si fui yo que le entré o él a mí, pero la verdad, que tras nuestro primer encuentro, sexual, hubo más hasta que empecemos nuestra relación seria. Yo me conservo bastante bien, y aunque ahora él tenga 30 y yo a punto de 37, en el pasado, parecíamos de la misma edad; la verdad que siempre me han gustado más jóvenes que yo, y normalmente follo con gente más joven, pero nunca uno sabe lo que va a ocurrir con alguien de tu edad; si cuento esto, es porque creía que le iba a poder “dominar”, a ser algo más posesivo con él, pero eso no fue así. Su ansia de libertad, de hacer lo que quería realmente, cosa que no era mala, fue uno de nuestros mayores problemas. Fue por mí, más que por él, y lo que resulto ser amor a primera vista, con buena química sexual, pues con el paso del tiempo, solo fue sexo.
Cada letra que escribo, me hierve la sangre, de porque el destino me ha puesto esas fotos en mi camino; las vi de casualidad, y no pude estar quieto; no pude evitar de investigar más y ayer ya fue la locura total. Mi locura, mi ardor por volver a escribirle… Tras revisar varios expedientes de trabajo y de ver varias páginas más, entre en las páginas porno para pajearme. Entre donde tengo uno de mis perfiles, de esos que enseñas todo, y sabiendo que le podía ver allí, no porque tuviera perfil, sino porque las fotos que encontré por mi muro, eran de allí, indagué más y... sí, vi una promoción de unas escenas, donde salía él. Ya no tenía dudas de que era él. Pinche, y le vi en plena acción. La verdad que lo hacía fatal, no soy objetivo, quizás por la rabia que tenía en aquel momento, o porque realmente su papel siempre había sido de pasivo. Aunque quería parar, ya no pude echar marcha atrás y escribí algún comentario sobre la escena y más tarde llegue a poner su verdadero nombre, para joderle más aún, como si ganara la batalla final de nuestra relación, ya muerta, y sintiéndome vencedor. Esa seguridad, falsa, de ganador, de propietario del mejor premio, me llevo a escribir más y más comentarios, hablando de su real trabajo, diciendo su nombre verdadero, donde lo podían encontrar. Sonreía como un verdadero hijo de puta, un cabrón sin escrúpulos, que triunfa; es más, contra más escribía, más ganas de hacerle daño, más disfrutaba y eso me llevo a entrar en ambos muros, y escribir una y otra vez comentarios sobre él. Le mande mensajes privados, lo dejé en abierto por su muro, le escribí correos, sin obtener respuesta. Y como no la obtenía, más daño le hacía; se me fue de las manos, me sentía triunfador, solo quería que me dijera cualquier cosa o que me bloqueara al fin por todas, porque ni él, ni yo, nos habíamos bloqueado nunca. Bueno yo sí, pero le volvía admitir. Pero nunca lo hice del todo, y él me decía que él no iba hacerlo… pero esa noche, medio loco, medio oliendo la locura, saboreando una grata victoria, que luego me iba a llevar a derrumbarme, a no dormir tranquilamente, a desvelo, pero el veneno estaba dentro de mí, y aunque ya tumbado en la cama (no llegué a correrme) le seguía escribiendo más y más. Entraba en los perfiles, en todos, y le escribía, entraba en el correo y le volvía a decir cualquier estupidez que se me ocurría en aquel momento. A penas dormí, pero entre triunfador e idiota, llegó la mañana, que fue cuando obtuve su respuesta:
“sal de mi vida, nunca quisiste estar en ella”
 Me reí al leer dicha estupidez, y le volví a contestar, ya más calmado, ya más pausado, ya diciéndome que porque he tenido que escribir esas estupideces, más sabiendo que me había bloqueado, cosa que había buscado tiempo atrás, y que por fin logré de la forma más cruel. No sé cuántas personas habrán leído su nombre real, no sé cuántas personas habrán leído donde trabaja, donde vive, toda la información que di sobre él. Ahora ya es tarde, y desde la calma, sintiendo aun rabia, porque yo no soy así, porque el hijo puta lo dejé atrás hace ya tiempo, ayer, de la forma más estúpida, volvió a salir y herir, hacer daño. Aunque lo borré todo, echo esta. Es más, no sé porque aún me pregunto porque me meto en su vida, cuando la calma parecía que había llegado entre nosotros; no sé porque me da rabia que esté haciendo ese trabajo, porque ahora él es así, cuando siempre había odiado esa página, y había habido muchos reproches porque yo continuaba en ella; porque ahora trabaja para ellos, porque ahora folla con desconocidos, porque cobra por ello, porque actúa como activo, si nunca lo ha sido, si lo sabrá sus amigos, los míos, sus compañeros, su familia… porque ha cambiado tanto, si realmente lo ha hecho, donde está la persona que yo conocí… no sé porque me pregunto todo eso, cuando ya no está en mi vida, cuando me tendría que dar igual… a lo mejor si lo sé, a lo mejor no quiero saberlo, a lo mejor…
 
Solo sé, que no sé cómo va acabar esta historia, no sé si habrás más fuego cruzado o si su bloqueo servirá para algo, si habrá más guerras, más batallas, más heridos o si la muerte es definitiva; pero lo que ya sé, es que nunca volveré a besar sus labios.
 


2 comentarios:

  1. Lo prometido es deuda, leído está! Me esta gustando mucho, pero aunque sea ficción, no puedo dejar de preguntarme ¿Que habrá de real en el relato?, siempre en un relato se dejan trazas de unos mismo, y la verdad, DAS MIEDO!! Mejor tenerte como amigo, jejeje.

    Un fuerte abrazo,
    Franek

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    1. La pregunta no va mal encaminada, pero es obvio que no voy a decir nada más jejeje
      Yo creo que la mayoría somos mejores como amigos, como enemigos, pero siempre lo he dicho, soy muy cabroncete
      Hasta ahí puedo decir jejeje

      Un abrazo

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