miércoles, 10 de abril de 2013

EL LABERINTO

A mi hijo le encanta el Metro. Cuando hablamos por teléfono, siempre me pregunta si voy a montar en metro. Cuando está conmigo en mi ático, y salimos al parque o hacer recados, me pregunta si vamos a coger el metro. Ayer que pase un día fantástico con él, tras el trabajo me fui directamente a su casa; estuvimos Lucia, él y yo jugando, hablando, pintando y nada más entrar por la puerta me pregunto si había venido en metro. Le encanta, le fascina, supongo que es porque va bajo tierra, y le hace gracia. Es casi una obsesión, me hace tanta gracia cuando me pregunta eso, que me hace sonreír. Ayer fue un día fantástico, y tras estar con él, decidí quedarme a cenar y a dormir. No veas lo contento que se puso cuando le dije que me iba a quedar a dormir. No quería que me fuera, y así lo hice. 

Ayer no quería irse a dormir, quería jugar y jugar, y le costó dormirse. Es que fue una tarde-noche perfecta. Me sentí súper feliz y muy bien al estar con él. Ya tiene dos años y cuatro meses y está grande; cada vez habla más y esas cosas y me encanta que me explique lo que hace en el cole. Por cierto, ya esta inscrito a parvulario de tres años; ahora va al colegio, pero sigue siendo una clase de guardería, y ya le inscribimos para el próximo septiembre. Seguirá siendo el mismo cole, que nos va genial y nos gusta. Es público, porque yo paso de pagar un colegio privado. Eso es una opción de Lucia y nuestra, porque vemos una tontería llevarle a un colegio privado. Es mi opinión, nada más que eso. No tengo nada en contra de los colegios privados, pero no sé, lo veo absurdo. Pues eso, ya esta apuntado. Ayer me enseñó dibujos y vimos en la tele más capítulos de Doramon; le chifla el gato cósmico, se lo pasa pipa. La verdad que a mi también me gusta (sonrió).

Pues eso, que le encanta el metro y a veces subo con él solo para darle una vuelta. Me gusta verle sentado con esa sonrisa picarona que pone y oírle  verle feliz es lo que más nos importa, y como sé que le emociona, pues de vez en cuando le digo que vayamos a dar una vuelta en metro. 

Siempre me digo a mi mismo, que cuando sea grande se hartará de montar en metro y tener que cogerlo en hora punta, o haya averías y esas cosas que suele pasar en el metro de Madrid, pero bueno, de eso ya tendrá tiempo.


He titulado la entrada "El Laberinto" aunque le podría haber titulado "El Hormiguero" porque a veces, parece un hormiguero humano, gente para allí, gente para acá, sobretodo en las paradas que hay varías lineas. Un cruce de gente, unas miradas, un guiño, incluso lanzamiento de besos... si, lo habéis leído bien, lanzamiento de besos. Incluso una mañana, en uno de los vagones, parecía aquello una película porno. Una pareja hay toqueteándose, besándose y la tía con la mano en el paquete de su novio (si es que lo era); solo faltaba que le hubiera sacado el rabo y se la hubiera mamado y pajeado (o habérsela follado allí mismo); no se cortaron ni un pelo; confieso que me puso cachondo, pero bueno, la erección no la pude evitar, porque la verdad que tuvo su morbo, y tampoco estaban haciendo nada del otro mundo, pero no sé si era el lugar adecuado; la mayoría eramos adultos, pero bueno, que tampoco voy hablaros de moralidad y no lo comparo con los que pasa en los baños públicos... (por cierto la entrada más visitada es "las pajas del fnac" y supongo que la foto de mi pollón influye, ¿no?)

Pues eso, no lo comparo porque solo fue eso, pero si hubiera habido sexo en vivo, pues mi opinión hubiera sido la misma. Una cosa que tengas sexo a escondidas, sabiendo que te pueden ver varias personas, pero no un vagón entero. Pero bueno, ellos lo disfrutaron, ¡digo yo!

Muchas veces parece un hormiguero humano, y en hora punta ni te cuento. Como ya sabéis, soy bastante observador y ahí hay mucho que observar; gente de todas clases, razas, feos, guapos, raros, cada cual en su mundo; la mayoría ahora enganchado al móvil, yo incluido, o leyendo en libros electrónicos, la mayoría, porque ya no hay periódicos gratuitos, que yo sepa "20 minutos" y ya está y donde yo cojo el metro (marques vadillo) no está, y ahora lo que hago es "tweetear" (o como se escriba), jugar "apalabrados", alimentar a mi POU. Tampoco me da para mucho más, tan solo son 5 paradas (me bajo en Opera y suelo ir andando a mi oficina) así me paseo y me fumo un cigarro y a veces compro el café, pero muy pocas veces porque no soy nada cafetero (si lo tomo en algún bar o después de comer tiene que ser con hielo) pero a veces me apetece y me tomo uno o un capuchino. En el metro observo, miro, se piensa y me gusta ver que cada uno va a su rollo... ahora que caigo creo que de este tema ya hable en otra entrada (ya tengo 148 entradas, 28189 visitas y 65 seguidores oficiales, que esto último es lo de menos) y quizás me esté repitiendo, pero bueno sé que me perdonáis (jejejeje)

La entrada la he escrito porque me apetecía decir que ayer me sentí muy feliz y tuve una velada muy buena. Fue de puta madre, me sentí lleno, a tope, y me dio un chute de energía positivas, que el sueño que tenía se me fue de un plumazo; pasar tiempo con él y Lucía (me va odiar por mencionarla otra vez en mi blog) me lleno de una energía positiva, que no sé si podría describirla... y eso, que la entrada era por eso y para que sepáis que a mi peque le chifla el metro; no sé, me apetecía escribirlo y así lo estoy haciendo. Pero no tengo nada más que contar, solo que abril está siendo muy largo, que algunas firmas me han cambiado fechas de entregas, de rodajes y bueno este trimestre he cambiado ya varias cosas, ah, y aunque no voy a tener puente en mayo (en Madrid tenemos fiesta el 1 y 2 de mayo, el 3 es viernes y tendré que currar lo más seguro) quizás me coja una semana de vacaciones, que creo que me las merezco (recordar que llevaré ya 4 años que no tengo vacaciones en verano, aunque me vaya a Sídney a currar, y eso sí, el año pasado me cogí unas fantásticas vacaciones en Navidades.... Jum, entonces ¿de que me quejo?)... pues no me quejo de nada, porque no tengo porque hacerlo... bueno lectores, amigos, colegas, seguidores oficiales y no oficiales, aquí os dejo esta entrada sencillita pero que para mí tiene un montón de importancia. Espero que os guste y sino, pues os gustará la próxima.

Besotazos de mi marca, que hacía tiempo no os mandaba.



martes, 2 de abril de 2013

LAS FOTOS (TERCERA PARTE-FICCIÓN)

Parece ser que la guerra hoy ha terminado; no sé si por mucho tiempo, si será por poco, no puedo aventurarme a predecir que es el fin, porque ya hemos luchado en muchas batallas, que han llegado al mismo sitio, para luego retomarla con más fuerzas.

Tras los últimos cruces, acusaciones, de correos, mensajes privados en el perfil artístico, hoy me he dado cuenta que me han bloqueado mi cuenta en la página donde nos conocimos. Esa que tanto odiaba y que ahora trabaja para ellos; sin cortarme ni un pelo, he mandado un correo, algo subido de tono, al soporte suyo, exigiendo explicaciones el porqué de un bloqueo innecesario; mi orgullo está herido, si ayer me sentía ganador, hoy me siento derrotado, porque en esa página llevaba muchos años, he conocido a mucha gente, no solo para follar y guarrear, sino a gente verdaderamente interesante, que no tienen que ver con la página cien por cien, sino gente que busca un tipo de sexo, que allí sabe que lo va a encontrar; pues bien, el correo ha sido contestado y me comentan que he vulnerado dando información personal, sobre mi ex. Cierto es, ¿pero acaso he mentido?

Más enfadado si cabe, mando un correo a mi adversario, le mando un privado en su perfil artístico, porque en el suyo personal, por fin me ha bloqueado. Nunca lo había echo hasta ayer, pero me alegro que lo haya hecho porque se podía liar mucho más; pues el mensaje más o menos decía que porque cojones ha hecho eliminar mi cuenta, si sabía de sobras que llevo muchos años allí, que sé que ha sido él, que sé que ha intervenido en eso, solo para joderme (es como si lo mío no contara y yo no hubiera hecho nada) y que ahora, sin apetecerme nada, no tengo ganas de empezar de cero. Le amenazó, que la puedo liar más aun si cabe, que esto no va a quedar así, que la guerra ha vuelto a comenzar y que sabe que cumplo mis amenazas, sin atenerme las consecuencias; una vez más, espero respuesta, deseo que sea inmediata, para seguir con nuestra pelea sin fin y dejar claro de una puñetera vez, que nuestra pelea no va a tener fin, porque llegaré, haré lo que haga falta... una vez más, me sobrepaso en mi papel, como si fuera una verdadera víctima, como si necesitara explicaciones a lo que está haciendo, como si estuviera haciéndomelo a mi, sin hacer nada. Resalto lo encabronado que estoy, que conoce bien esa situación. Me siento perdedor, por haber perdido mi perfil en esa página, y le recuerdo que él la odiaba, que él se salió al conocerme y me reprochaba muchas veces que yo seguía ahí.

Él, más calmado, con pausas, con serenidad, me responde con total tranquilidad, que él no tiene nada que ver, y que podría haber denunciado, pero que le conozco demasiado y que no va hacer nada al respeto. Simplemente que me va a bloquear en su perfil artístico, para evitar hablar más conmigo, me pide que no le mande más correos, que él hace tiempo ya me olvidó, que reconoce que muchas veces ha pensado en mí, pero como ya dijo en el pasado, lo nuestro no pudo ser, que fue bonito lo que ocurrió, pero que está cansado de empezar una y otra vez las peleas, los insultos, y que la amistad que prometimos la última vez, no va a llegar nunca, porque nunca fuimos realmente amigos, porque si hubiera sido así, esto ni lo otro, ni lo de más allá hubiera ocurrido. Simplemente me dice que él no puede intervenir, ni tan siquiera me reprocha que yo hubiera empezado, solo que va a bloquearme, que espera no recibir ningún correo más. Todo esto con la serenidad de un adulto, sin alterarse, ni punto de comparación con mi tono.

Vuelvo a escribir al soporte, pongo el grito en el cielo y cinco minutos más tarde, ni rastro de los dos perfiles de mi ex. Lo ha hecho, cosa que yo deseaba siempre que hiciera; no le puedo contestar, y le mando un último correo, con mi carácter no puedo asegurar que sea el último. Debe de ser el último, ayer triunfé, hoy perdí, y casi sin reconocer que yo me lo busqué, porque aunque vi lo que vi y me jodió un montón, no debí de escribirle, no debí hablarle... y ahora mismo tendría mi perfil, ahora mismo tendría mi serenidad. Él la tiene, casi siempre la ha tenido. No hay marcha atrás, ni aunque volviera al mismo sendero, las cosas iban a ser igual. Hubiera hecho exactamente lo que hice, porque uno es como es.

La guerra ha terminado, sin firmar ninguna tregua, porque ambos sabemos que eso no iba a servir de nada, ha sido fulminante, en cuestión de días, como si hubiera pasado más tiempo, ha zanjado el tema, bloqueo, y yo ahora me siento como si hubiera perdido todo de nuevo. Del orgullo de ayer, de haber conseguido su atención, de haber conseguido una respuesta, a quedarme sin mi perfil en la página que entraba de vez en cuando, a sentirme estúpido, vacío y ¿ahora qué?

La respuesta: nada. Ahora pasara el tiempo y quien sabe si por cruzarnos de nuevo, por ver algo, le vuelvo a escribir un correo, con aires de triunfador, para perder otra cosa más. Si ayer sabía que no le iba a volver a besar, hoy sé que nunca me va a dirigir la palabra. Él lo consiguió, yo no. Él pudo respirar, él pudo dar cien pasos y no mirar atrás. Yo debo de aprender a dar esos cien pasos y aunque me caiga levantarme. Lo dicho, si ayer me di cuenta que no volvería a besar sus labios, hoy me he dado cuenta que no volveré hablar con él como antes.


lunes, 1 de abril de 2013

LAS FOTOS (SEGUNDA PARTE-FICCIÓN)

Reconozco que ayer la volví a liar; me quemaba por dentro el quedarme quieto y la volví a liar. Hice lo que mejor ser hacer, mandarle un par de correos, amenazantes, y ser el hijo puta que siempre he sido. No debí de indagar más y dejar el tema tal como estaba. Cierto que encontré las fotos por casualidad, pero mi rabia, mis ganas de joderle (y no precisamente metiéndole el nabo) se apoderó de mí de nuevo y no pude estar quieto. Le di vueltas un par de horas, pensando en lo que podía escribirle, tanto por correo, como en su muro (en los dos, en su perfil de él persona, como en su perfil artístico); antes estuve indagando con las fotos que había encontrado, en serio, de casualidad por mi muro y averigüé lo que me temía; no sé porque me jode tanto que esté trabajando en el cine porno (en una página especializada y me imagino que amateur); no se trata de que este haciendo eso, ni tampoco de que no me haya dicho nada. Sigo insistiendo en como si tuviera que explicarme todo, como si entre nosotros no hubiera pasado nada. Ni tan siquiera quedó la amistad tras la desastrosa relación, de tiras y aflojas, de ahora nos vemos, ahora no te quiero, ahora te odio, ahora déjame, ahora volvemos… la amistad estaba desquebrajada por todos lados y era imposible que se hubiera salvado.
A veces parecía que sí, que podíamos mantener una bonita amistad; se consiguió durante un largo tiempo, pero volvíamos a las andadas. Tras conocer que tenía una nueva relación (nunca olvidaré la primera vez que le vi besar a otro delante de mí; bueno me lo encontré de casualidad en una discoteca de Madrid; él estaba con sus amigos, que no eran los míos, pero eso es otro tema, y le vi enrollándose con alguien que no era de su tipo; me dio un vuelco el corazón y esa noche ya no me divertí); pues bien, tras conocer que aquel tipejo solo fue un rollo, me imagino que producida por el alcohol, que más tarde me reconoció él, por mis reproches y por nuestros tiras y aflojas; me reconoció que era un tipejo feo, y que le entró el calentón… aunque no me lo creí bien del todo, la respuesta a medias, no le pregunté más y deje el tema. Dejaba muchas cosas en el aire, sabiendo que a mí me molestaba y mucho; siempre me decía que no me satisfacía sus respuestas, que siempre preguntaba y preguntaba. Nunca entendió esa parte de mí. No sé si quiso entenderlo o lo hacía realmente por putearme… en fin, que me voy del tema: tras conocer su relación seria, con un Canario, estuve un tiempo que le iba enviando correos, queriendo saber de él; fue a buenas, pero poco a poco iba subiendo de tono, incluso provocándole erecciones con mis guarradas o recordándole nuestros buenos polvos; me decía que si le invitaba a casa, a cenar, o por ahí, podíamos pasar una noche; sabía que no lo iba hacer (que yo sepa siempre fue fiel, al igual que yo) pero me ponía y mucho esa situación. Pues bien, tras volver hablar con él por teléfono, nos volvimos a picar con asuntos del pasado hasta que volvimos a dejar de hablarnos. Como ya dije, siempre estábamos igual. Ahora sí, ahora no, ahora no te hablo, ahora sí, tanto él como yo, aunque reconozco, que siempre le tiraba la caña y él recogía el anzuelo.
La diferencia de edad, entre nosotros, nunca fue el problema, nos llevamos siete años; no es mucho, pero por aquel entonces, él era joven y buscaba sexo potente; nos conocimos en la misma página que ahora está haciendo las escenas. No recuerdo si fui yo que le entré o él a mí, pero la verdad, que tras nuestro primer encuentro, sexual, hubo más hasta que empecemos nuestra relación seria. Yo me conservo bastante bien, y aunque ahora él tenga 30 y yo a punto de 37, en el pasado, parecíamos de la misma edad; la verdad que siempre me han gustado más jóvenes que yo, y normalmente follo con gente más joven, pero nunca uno sabe lo que va a ocurrir con alguien de tu edad; si cuento esto, es porque creía que le iba a poder “dominar”, a ser algo más posesivo con él, pero eso no fue así. Su ansia de libertad, de hacer lo que quería realmente, cosa que no era mala, fue uno de nuestros mayores problemas. Fue por mí, más que por él, y lo que resulto ser amor a primera vista, con buena química sexual, pues con el paso del tiempo, solo fue sexo.
Cada letra que escribo, me hierve la sangre, de porque el destino me ha puesto esas fotos en mi camino; las vi de casualidad, y no pude estar quieto; no pude evitar de investigar más y ayer ya fue la locura total. Mi locura, mi ardor por volver a escribirle… Tras revisar varios expedientes de trabajo y de ver varias páginas más, entre en las páginas porno para pajearme. Entre donde tengo uno de mis perfiles, de esos que enseñas todo, y sabiendo que le podía ver allí, no porque tuviera perfil, sino porque las fotos que encontré por mi muro, eran de allí, indagué más y... sí, vi una promoción de unas escenas, donde salía él. Ya no tenía dudas de que era él. Pinche, y le vi en plena acción. La verdad que lo hacía fatal, no soy objetivo, quizás por la rabia que tenía en aquel momento, o porque realmente su papel siempre había sido de pasivo. Aunque quería parar, ya no pude echar marcha atrás y escribí algún comentario sobre la escena y más tarde llegue a poner su verdadero nombre, para joderle más aún, como si ganara la batalla final de nuestra relación, ya muerta, y sintiéndome vencedor. Esa seguridad, falsa, de ganador, de propietario del mejor premio, me llevo a escribir más y más comentarios, hablando de su real trabajo, diciendo su nombre verdadero, donde lo podían encontrar. Sonreía como un verdadero hijo de puta, un cabrón sin escrúpulos, que triunfa; es más, contra más escribía, más ganas de hacerle daño, más disfrutaba y eso me llevo a entrar en ambos muros, y escribir una y otra vez comentarios sobre él. Le mande mensajes privados, lo dejé en abierto por su muro, le escribí correos, sin obtener respuesta. Y como no la obtenía, más daño le hacía; se me fue de las manos, me sentía triunfador, solo quería que me dijera cualquier cosa o que me bloqueara al fin por todas, porque ni él, ni yo, nos habíamos bloqueado nunca. Bueno yo sí, pero le volvía admitir. Pero nunca lo hice del todo, y él me decía que él no iba hacerlo… pero esa noche, medio loco, medio oliendo la locura, saboreando una grata victoria, que luego me iba a llevar a derrumbarme, a no dormir tranquilamente, a desvelo, pero el veneno estaba dentro de mí, y aunque ya tumbado en la cama (no llegué a correrme) le seguía escribiendo más y más. Entraba en los perfiles, en todos, y le escribía, entraba en el correo y le volvía a decir cualquier estupidez que se me ocurría en aquel momento. A penas dormí, pero entre triunfador e idiota, llegó la mañana, que fue cuando obtuve su respuesta:
“sal de mi vida, nunca quisiste estar en ella”
 Me reí al leer dicha estupidez, y le volví a contestar, ya más calmado, ya más pausado, ya diciéndome que porque he tenido que escribir esas estupideces, más sabiendo que me había bloqueado, cosa que había buscado tiempo atrás, y que por fin logré de la forma más cruel. No sé cuántas personas habrán leído su nombre real, no sé cuántas personas habrán leído donde trabaja, donde vive, toda la información que di sobre él. Ahora ya es tarde, y desde la calma, sintiendo aun rabia, porque yo no soy así, porque el hijo puta lo dejé atrás hace ya tiempo, ayer, de la forma más estúpida, volvió a salir y herir, hacer daño. Aunque lo borré todo, echo esta. Es más, no sé porque aún me pregunto porque me meto en su vida, cuando la calma parecía que había llegado entre nosotros; no sé porque me da rabia que esté haciendo ese trabajo, porque ahora él es así, cuando siempre había odiado esa página, y había habido muchos reproches porque yo continuaba en ella; porque ahora trabaja para ellos, porque ahora folla con desconocidos, porque cobra por ello, porque actúa como activo, si nunca lo ha sido, si lo sabrá sus amigos, los míos, sus compañeros, su familia… porque ha cambiado tanto, si realmente lo ha hecho, donde está la persona que yo conocí… no sé porque me pregunto todo eso, cuando ya no está en mi vida, cuando me tendría que dar igual… a lo mejor si lo sé, a lo mejor no quiero saberlo, a lo mejor…
 
Solo sé, que no sé cómo va acabar esta historia, no sé si habrás más fuego cruzado o si su bloqueo servirá para algo, si habrá más guerras, más batallas, más heridos o si la muerte es definitiva; pero lo que ya sé, es que nunca volveré a besar sus labios.