Sábado, 12 de julio del 2008, alrededor de las siete de la tarde. Me siento en mi viejo escritorio para escribirte esta carta. Ya es la quinta carta que te escribo, y todavía no he obtenido ninguna respuesta. En mis ojos aún se ven reflejados el dolor que siento al pensar en ti. Pensé que el tiempo y la distancia me iban a curar de mis heridas, pero sintiéndolo mucho no es así. Sigo pensando en ti, como el primer día que nos conocimos y los sentimientos siguen a flor de piel.
Las lágrimas aún recorren por mis mejillas, por mi rostro cansado de no poder dormir, de darle vueltas a todo lo que nos ha ocurrido.
No quiero ser egoísta y por eso te digo que me sabe muy mal que me contarás que no lo estás pasando bien con el tema del dinero. Supongo que en mí ya no piensas, pero eso una vez más, te lo reservas. Me alegré mucho de oír tú voz de nuevo, y la música de espera que tienes en el móvil, me hizo muchísima ilusión; me trajo muchos recuerdos, del viejo pasado, cuando aún estábamos juntos y enamorados; estaba nervioso, por eso me temblaba la voz, pero quería felicitarte por tu cumpleaños; me hubiera gustado que hubiera sido en persona, pero tú no quieres verme, o eso creo yo, eso me transmites.
La semana pasada fue el orgullo gay en Madrid, y solo salí un rato por la noche, pero no estuve mucho tiempo. Me sentí muy solo y mis pensamientos viajaban hacía aquel día que te hice fotos en aquella playa tan maravillosa y donde hicimos luego el amor. Regresé pronto a casa, no me encontraba bien.
Mis padres, familiares y amigos, todavía no saben que lo hemos dejado, y siempre que hablo con ellos me preguntan por ti. No tengo valor a decirles que no estamos juntos, porque deseo que lo estemos. Te echo muchísimo de menos, a ti, tus ojos, tu voz, tus manos, tus mensajes de buenos días, de buenas noches, el que descanse… te quiero.
He intentado olvidarte, pero no puedo. Te echo de menos y solo deseo volver a verte, a estar contigo y ya no sé vivir sin ti. Ya sé que me repito, que sigo diciéndote todo lo que siento y quizás molesto, pero necesito decirte que quiero estar contigo y envejecer juntos, poder amarte como el primer día, saber de tu familia, ser tu novio…
Siento mandarte esta carta, pero al día de hoy sigo enamorado de ti. Sé que esta carta no me sirve para recuperarte; jamás volverás, pero estoy loco por ti; no puedo parar de pensar en todo lo vivido junto a ti. Recuerdo la primera vez que te vi, lo que nos reímos aquella tarde, con las papeletas de la tómbola, lo que hablemos en aquella habitación, las veces que juguemos a la Wii, las fotos, y todos los segundos que pasemos juntos; ere la persona que más admiro en esta vida, la persona más fantástica que he conocido; te dejé escapar por mi orgullo o vete tú a saber porque cometí esa locura. Por todo esto, sufro, por amarte con todo mi corazón, y por saber que no estás pasando buena época; te mereces lo mejor, todo lo bueno que te puedo desear… eres buen chico y lo fuiste conmigo; te dejé escapar. Lo que haría por poder recuperarte de nuevo…
Podría seguir diciendo lo que pienso, lo que llego a sentir por ti, pero me repetiría una y otra vez, por eso me despido, diciéndote que te quiero, que te deseo, que quiero ser tu novio y repetir todo lo que viví contigo.
Llegan las vacaciones y todavía no sé lo que voy hacer; no estoy en mis mejores momentos; pensar en ti me ayuda, a la vez que me tortura; sé que tengo que seguir mi camino como tus estas siguiendo el tuyo, y por esta carta, una vez más, te pido disculpas, lo siento.
Sabes que yo soy así y que no voy a poder cambiar; no puedo evitar lo que siento en cada momento e intento plasmarlo lo mejor posible. Yo tampoco estoy pasando buena época, aunque solo deseo que se arregle tu vida y que todo te vaya fenomenal. A mí, ya hay cosas que me dan igual, porque solo me haces falta tu.
MI habitación está igual que la dejaste, la foto en la vitrina, junto al peluche la vieja postal… pero en ella faltas tú. Créeme te echo demasiado de menos y una vez más te tengo que decir que te quiero, que pienses en lo nuestro, y volvamos a ser una pareja.
Bueno ahora sí que me despido diciéndote que espero que todo se arregle, me refiero a tú economía y que no estés agobiado. Respeto a los 86 euros te digo que ya no me los debes, créeme, olvídalos, ya no me debes nada. Dale recuerdos a tu abuela, a tu hermana, cuñado, a tus dos sobrinos, que os deseo que todo esté bien. Que sepas que a tus dos sobrinos les echo muchísimo de menos.
Y que sabes que espero alguna respuesta, sea por carta, por teléfono, y si fuera posible en persona; que te sigo amando con todas mis fuerzas; sé que no volverás, pero yo estaré esperando…
En fin, recuerdos a la gente que conocí, y a ti, te mando mil besos, mil abrazos, deseando sentir tú mirada, con esos ojazos, tan bonitos, brillantes. Te mando unas caricias para tu cuerpo, tan perfecto. También unos besos dulces para quien fue y será MI NIÑO. Nada más que añadir en esta desordenada carta, pero llena de sentimientos. Espero que no te moleste, espero que me llames. Solo añadir UN TE QUIERO SINCERO DE LA PERSONA QUE TE AMA Y TE AMARA.
Asier, simplemente me ha encantado, está genial.
ResponderEliminarUn saludo,
Franek
Muchas gracias colega. Un abrazo.
EliminarPrecioso Asier, asi sin mas.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, llena de sentimientos.
Un besotazo tron
Gracias colega!! Me alegro que os este gustando. Besotazos
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