Antes de ayer soñé con mi mejor amiga con la que conviví y compartí muchas emociones en mi etapa en la que viví en Barcelona. Se llama Barbara, es guapísima, inteligente, agradable, simpática, y tiene un gran corazón. En el sueño éramos pareja, y trabajamos juntos. Vamos, vivíamos en la felicidad absoluta y recuerdo que vivíamos en la capital catalana, en un gran ático (ya sabéis que vivo en un ático y que me chiflan); fue un sueño agradable, y tuve buen despertar (sin contar la erección, eso es diario); durante todo el día estuve pensando en ella. Hace tiempo que no hablamos, hace tiempo que no nos escribimos un correo, hace tiempo que ni tan siquiera nos escribimos por Whasapp, pero sabemos que si nos necesitamos podemos contar el uno con el otro. Eso es la magia de una buena amistad, que aunque por cuestiones laborables, personales u otras índoles hemos perdido un poco el contacto, seguimos conectados.
Ya sé que puede sonar a excusa o no entender que no tengamos ese contacto, que hemos mantenido durante ya casi quince años de bonita amistad, reconociendo que hemos mantenido relaciones sexuales, muy satisfactorias, pero sin tener la necesidad de atarnos a una relación que ninguno de los dos deseábamos. Pues bien, no es excusa, es una realidad que muchos de vosotros podéis vivir, al igual que yo; la vida pasa deprisa, y cada cual eligió su camino y para mí, y para ella, lo importante es que sabemos que con una simple llamada, nuestra conexión no ha desaparecido y podría contarle mis penas, mis alegrías y en cinco segundos estaríamos conectados, como si el tiempo no hubiera pasado por nosotros. Sé que podéis pensar, que porque no nos llamamos si somos tan amigos, pero como no sé cómo explicar para que me entendáis y no malinterpretéis pues prefiero continuar con la entrada.
El otro día leí que en la antigua china, se creía que los humanos estamos conectados por un fino hilo, invisible, que con nuestro comportamiento, sobretodo sentimientos, movemos de un lado para otro, conectando con otros humanos, que están alrededor nuestro. Puedes conocer a alguien y contarle la vida en cinco minutos y tener su amistad para toda la vida; por lo contrario, puedes conocer a alguien durante cincuenta años y no saber absolutamente nada de sus preocupaciones. Ocurre con la amistad, y para mi opinión ocurría con algunos matrimonios. Cuántas veces hemos oído, que él/ella no era capaz de hacer alguna cosa, pero que lo hizo sin saber por qué.
Ese hilo que está conectado entre nosotros, puede ser débil o fuerte. Puedes hablar con alguien, como he dicho anteriormente, cinco minutos y tener su amistad, sin la necesidad de hablar nunca más en la vida, pero si tienes en algún momento, alguna necesidad de hablar con esa persona, descuelgas el teléfono, escribes una carta, sabes que estará a tu lado, que no te fallara, pero sin en cambio, una persona que hablas a diario (no tiene porque ser así) es posible, que te falle, que se invente excusas y no te ayude. ¿Cuántas veces has llamado a alguien y no te ha querido coger el teléfono? No lo puedes saber, pero esa sensación la notas, por ese hilo conductor.
No me he vuelto loco, ni mucho menos, pero todo esto lo escribo por el sueño que tuve antes de ayer. Soñé con ella y moví de nuevo los hilos invisibles que nos conectó desde el día que la conocí. Fue en la discoteca “Arena”. Los que viváis en Barcelona, alrededores o hayáis ido de vacaciones, conoceréis que hay, si no me equivoco, cinco “Arena” en la zona de Eixample. Perdonarme por si no se escribiera así. Pues yo normalmente iba a la que está en Gran Vía, aunque los domingos iba a la de Balmes. Iba con mis colegas, disfrutábamos del domingo noche, tras terminar acababa en cama de extraños, disfrutando de los placeres del sexo. Pero los viernes noche, y algún otro sábado, íbamos a la “Arena Vip” y allí fue donde conocí a Barbara. Cuando la conocí me dio la impresión, el error de las primeras impresiones, no siempre es fiable, que era bisexual. No porque estuviéramos en un lugar de ambiente, no tiene nada que ver eso, pero si por su forma de mirar a las mujeres, a los hombres, pero era obvio que la primera vez que hablemos no le iba a preguntar, aunque si tuvimos la capacidad de enrollarnos. Estábamos en la parte de abajo, con una copa en la mano, fumando, bailando, pasándolo en grande, cuando ella paso, iba sola, se puso detrás nuestro. Iba saludando unos y a otros; la verdad que me puso cardiaco, por el cuerpazo que tenía y tiene, y empecé a mirarla. Desplegué todas mis armas (si pudierais notar mi poder de seducción, y mi chulería…), sonrío y establecimos una conversación. Nos auto-invitemos a copas, nos dimos el lote, y a partir de ahí se estableció la conexión. Fue inmediato. Nos veíamos todos los viernes y sábado dentro de la discoteca, hasta que empecemos a quedar fuera; me presento a sus amigas, les presenté a los míos, cenábamos, hablábamos y la amistad con ese hilo invisible que jamás se iba a romper. Como he comentado no lleguemos a ser pareja, pero ninguno de los dos queríamos que eso ocurriera. Estábamos bien tal cual era nuestra relación.
Pues el tiempo fue transcurriendo, y la amistad creciendo con el paso del tiempo. Fue un par de años increíble, disfrutando de la vida al máximo (tener en cuenta que era más joven y la vida la ves de otra manera; era y soy responsable, pero creo que los de mi quinta me entendéis a la perfección). Trascurrido ese tiempo, yo iba yendo en ocasiones a Barcelona, ella venía a verme a Madrid, nos llamábamos, incluso nos fuimos de vacaciones juntos, hasta que un día, fuimos dejándonos de hablar, pero sabiendo lo que os he comentado. La vida iba transcurriendo por sendas diferentes; pero cuando deseaba contarme algo o yo a ella, nos llamábamos, contándonos nuestras penas, alegrías, logros, etcétera, hasta que vuelves a dejar de establecer ese contacto. Pero la amistad no se ha roto, el hilo sigue ahí. Luego volvimos a contactar, a volver a vernos, tras rupturas de pareja, tras premios conseguidos en la publicidad, sus logros personales y todo vuelve a estar como empezó.
En la actualidad, llevamos bastante tiempo sin hablar, aunque si nos hemos llamado alguna vez que otra, pero con el sueño que tuve, me he dado cuenta que he movido el hilo y hoy la he llamado. Nos hemos contado las últimas vivencias, y hemos hablado como si nunca nos hubiéramos dejado de hablar.
Pues bien, aquí os dejo otra experiencia más en mi vida, y quizás profundicé más sobre mi estancia en Barcelona, pero conmigo nunca se sabe; quizás lo haga, o quizás lo deje para mi intimidad.
Besotazos para todos. De mi marca registrada, por supuesto.
Hola Asier, es cierto esa conexión se tiene con ciertas personas, que a pesar de llevar tiempo sin hablar con ellas, es coger el teléfono y todo sigue sonde se quedó.
ResponderEliminarEse hilo debe existir, jeje.
Un saludo,
Franek
Hola Franek. Yo estoy convencido de que existe ese hilo, y los movemos sin darnos cuenta. Parece locura, pero yo lo veo así.
EliminarUn abrazo
me ha gustado esta entrada sobre la amistad, yo tambien habia escuchado lo de los hilos en una pelicula que trataba sobre la amistad, aunque ahora no recuerdo el titulo...
ResponderEliminarFränk_Romeo ( en twitter)
Hola. Yo lo leí el otro día en un diario y si hacia referencia a una pelicula. Pero tampoco recuerdo el título jeje.
EliminarYo en Twitter soy El_Vascorro.
Un abrazo.