Os diré que la ignorancia de no saber algo es el mayor remedio contra la maldad. El no saber lo que sucede alrededor nuestro es motivo de no preocuparse de lo que nos pueda pasar. Hoy me siento así, liberado, feliz de no saber nada. Creo que no hace falta decir nada más. Sabéis de sobras de lo que estoy hablando; quería dejar constancia de mi nuevo estado. Ayer me liberé. Debí de hacerlo desde un principio, pero no siempre se toma la decisión adecuada a la primera. En definitiva, ayer tome una decisión sabía. Hoy no me siento observado por quien no quiere mirar, no quiere entender. Yo si he observado y me he quitado un peso de encima. Siempre os digo que hay que observar, pero muchas veces tenemos una venda en los ojos, y no vemos o no queremos ver más allá de nuestro alrededor. Incluso a veces sabemos que nos estamos equivocando, pero continuamos igual. Ayer la venda se cayó. Libre.
La vida es como una telenovela, y como se suele decir, la realidad supera la ficción. Vamos pasando capítulo a capítulo en nuestro día a día, superando barreras, festejando alegrías, nacimientos, superamos muertes de nuestros seres queridos, mantenemos relaciones sexuales, crecemos, reímos, lloramos al igual que la protagonista cuando se queda sin su amor, pero sabiendo que ella tendrá un final feliz, y el nuestro nunca se sabe. En cuestión de segundos nos puede cambiar la vida, de hecho ocurre. Recuerdo cuando me llamo mi madre cuando a mi padre le dio el primer infarto. Esa mañana había obtenido buenos resultados por la mañana, estaba bien, normal, y en cuestión de cinco minutos, me llamó. Se me aceleró el corazón. Salí a toda prisa hacia Bilbao. No podía pensar, solo deseaba llegar. Un capitulo bastante doloroso porque no sabíamos que podía ocurrir. Lo previsible ocurrió.
Los capítulos iban pasando por nuestra vida; el trabajo me iba bien, fue mi primer viaje a Sídney con Lucia y mi madre, estábamos superándolo, cuando otro batacazo me llegó. Otra llamada, otro silencio roto por el llanto. Dos mil nueve no fue mi año en lo personal. Recuerdo que para esa fecha estaba medio saliendo con un chico de Santander, pero la cosa no cuajó bien del todo. Fue precisamente cuando paso lo de mi madre que me dejó. La vida es así.
La vida no es fácil, no nacemos enseñados, no hay manuales, ni instrucciones, no funcionamos con electricidad, no podemos apagarnos y desconectar. La mente siempre está pensando, dándole vueltas a algo; sea sencillo o fácil, hay que seguir el camino e ir pasando página. La verdad que en cuestión de trabajo todo me ha ido bien, he conseguido lo que quería, luche por ello y bueno aquí estoy: En Paris. Con un proyecto ambicioso hacía Sídney, que ya está tomando forma, está cogiendo color, y la verdad que nunca me ha faltado trabajo.
Pues eso, que en cuestión laboral, perfecto. En cuestión de amores he tenido unas cuantas relaciones más o menos serías, algunas más que otras, por supuesto. Vividas todas eso sí, intensamente. Me enamoré locamente en tres ocasiones, una de ella mi querida Lucia, después dos novias, y dos relaciones intensas con hombres. Una de ellas bastante tormentosa, otras no consumidas por mi parte. A veces el amor te llega de sorpresa, y estás en todo lo alto de una montaña y de repente, te caes y dejas de sentir. Pero bueno, ahora mismo no me puedo quejar, voy a ser papa, me siento bien solo, estoy libre, tengo sexo, en eso nunca me ha faltado, pero sí que me han dado calabazas, como a todo el mundo. Eso nos ha ocurrido a todos a lo largo de la vida, quien diga que no miente. Me enamore locamente de un hombre, pero no me correspondió nunca. Eso sí, ahora somos buenos amigos.
El sexo, joder, me lo he pasado en grande con el sexo y continuo pasándomelo de puta madre. Ya sabéis mis preferencias, mis gustos. Pero también os digo que me flipa una buena paja. Me encanta agarrarme los huevos y estirármelo hacía abajo con ganas y soltar el lefote. Y si me los estiran y me corro en la cara de alguien, ya ni os cuento. Me encanta mirar las caras que ponen, los gestos, oír los gemidos, sentir que nos estamos dando placer. En el sexo hay que darlo todo, entregarse, sea solo para una noche o sea una relación estable. Hay que vivirlo, sentirlo con los cincos sentidos. Poco más que añadir.
Futuro. Poco sabemos que nos depara el futuro. Miramos hacia delante y a veces nos olvidamos de nuestro pasado. Es bueno recordar, no estancarse, pero sí que recordar lo malo y lo bueno para continuar caminando por la vida. No sabemos lo que nos puede ocurrir mañana, como he comentado, pero sí que podemos prevenir ciertas cosas si estamos atentos. Creo en el destino, pero no todo está marcado. Nos pasan las cosas por algo, no sabemos el por qué; algunas nos la buscamos nosotros mismos, otras son casualidades, otras podemos cambiarla, está en nuestras manos, pero la mayoría de ellas están marcadas, pero no escritas. No creo que esté escrito nuestro futuro, no creo en el tarot, nos pasan simplemente porque vivimos. Y la vida es así. Tampoco creo en un Dios, ni en ninguna religión. Tampoco pienso en cómo se hizo el universo. No vale la pena. Existo, luego pienso, y vivo intensamente el presente, quiero vivir el día a día. Disfrutar de los buenos momentos que se me presenta, buscadas o no, pero nos ocurren cosas buenas, otras malas. No sé no creo que haya que darles más vueltas.
Pasado. Todos tenemos un pasado. Bueno o malo, pero ahí está; de él se puede aprender, aunque a veces tropecemos con la misma piedra, torpemente, pero con fuerzas remontamos hacía donde queremos llegar; a veces no es posible, porque tenemos obstáculos difíciles de sortear, pero está en nosotros mismos en conseguir lo que queremos. Nuestros sueños, nuestras ilusiones. No siempre depende de uno mismo, porque hay mucho hijo puta suelto que intentan joderte la vida, mucho patético, mucho imbécil que no saben cómo llevar su propia vida que se meten en la de los demás. Mucho estúpido anda suelto y si te tropiezas con ellos te pueden tocar los huevos a base de bien. Debes de intentar sortearlos y darles esquinazo; no siempre se consigue por desgracia y te hacen o intentan hacerte la vida imposible. Por desgracia no siempre son conocidos, sino gente que se cruzan en el camino; la casualidad, el destino que no creo, te juega una mala pasada. Recuerdo cuando me llamó mi tía para decirme que mi madre estaba en el hospital, en un estado muy grave. Por teléfono no me dijo como se encontraba, simplemente manteniendo el aliento, me dijo que había sido atropellada. Salí corriendo de Madrid hacia Bilbao. Pensaba en ella, sin olvidarme de mi padre. Lloraba de rabia, luego de impotencia de saber que el hijo de puta se había dado a la fuga. Después fue de tristeza, de dolor. Al conductor le pillaron porque un buen vecino apuntó la matricula. Fue juzgado, condenado a pagar una indemnización. Está libre, pagó. No puede conducir, pero está vivo. Mi madre no. Silencio. Respiro. Lloro.
Presente. Estoy en Paris trabajando en un anuncio para Adidas. Va a ser completamente diferente a todo lo que ha hecho. No hay famosos futbolistas, tenistas, ex, ni modelos cotizados; son gente corriente de la calle, que han pasado el casting. Físicamente son sanotes, deportistas, pero gente de lo más normal. Eso me ha gustado. Al igual que la campaña de Dove, la idea de Adidas, para este anuncio, es cambiar un poco hasta lo que ha realizado hasta ahora. No puedo hablar mucho más del tema, no suelo hacerlo, pero creo que os gustara. No sé cuándo se va a emitir, pero si sé que es a nivel Europeo. Espero que salga un buen trabajo de mi equipo. Como sabéis nos adelantaron el rodaje; desconocía hasta que me lo dijeron que se iba a grabar en Paris, la verdad que muy al estilo parisino, pero que se puede adaptar, digamos a cualquier ciudad Europea. Ya me diréis cuando se emita.
Luego el presente me llegará de nuevo a Madrid; tendré que hacer una última visita a mi familia, amigos vascos para despedirme antes de mi marcha. Aún no tengo fecha definida, pero si con las ideas bien claras. Me refiero al proyecto. Me mandaron lo necesario para ir pensando en cosas. Estoy laborando junto a mi gente, ideas, que de momento tienen algo de forma, están definidas algunas de las campañas, pero que tengo que cotejarlas con los de allí. En parte tengo ganitas de irme ya, para desconectar un poco de estas últimas semanas, pero me da pena perderme la gran parte del embarazo. Pero ella lo entiende que es lo que me importa.
Bueno, del presente poco más que añadir. Que estoy viviendo todo intensamente, como a mí me gusta, tengo mucho trabajo, cosa que me alegro, he contratado más gente, este año las vacaciones van a ser inexistente, más bien diría, que no las voy a tener, pero que a la vez sí que podré disfrutarlas con los canguritos. Vamos que no se les puede llamar vacaciones, pero no me puedo quejar. Que estoy conociendo a gente increíble en la red social, en especial un catalán, que me hace sentir bien en todos momentos. No hace falta decir el nombre, con mirar el muro se ve; conociendo a buena gente, tengo a mi lado a buenos colegas, a mi gran equipo, a mi Lucía, a mi peña del Gym, no me puedo quejar en ese sentido tampoco. Sigo soltero, cosa que no me importa, tampoco querría ahora tener pareja, tampoco me ha llegado (la pude tener con Mike, pero no resultó) y estoy plenamente satisfecho de mis relaciones sexuales. Así está el presente. Y puedo saber algo del futuro, si no ocurre nada, se que en breve estaré en otro continente.
Creo que no tengo nada más que decir en esta entrada. Solo añadir que la he escrito a trozos, por falta de tiempo, otras de ganas y que bueno, aquí os la dejo para que le echéis un vistazo, si os apetece.
Hasta la próxima.
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