VISITA INESPERADA Y EL GRAMO DE COCA

Entrada original, Domingo 18 de Abril del 2010

El viernes recibí una llamada al rededor de las 21.30 de la noche. Yo no tenía pensado salir, pero la llamada era de un amigo de Palma de Mallorca. Bueno, más que un amigo, es un amigo guión conocido (lo digo así porque era un conocido, pero que tuvo buenos detalles conmigo, por lo tanto entra en la categoria de amigo, pero con guión, porque manteniamos la amistad en distancia); puntualizo algunos detalles, lo suelo hacer... como mis coletillas: pues bien, le conocí el año pasado.

Estuve en la isla con mi madre, cuando veníamos de Australia, decidimos, que yo antes de empezar a trabajar, cogería una semana; más no podía. La dejé decidir a ella, a mi me daba igual el lugar, mientras estuviera con ella. Y eso, fuimos a Palma y allí le conocí. Es Hetero, aunque al principio creí que no. Esto no tiene importancia, aunque prefiero aclarar que no tuve ninguna tipo de relación sexual con él; nos llevábamos bien y punto. He preferido aclarar esto porque cuando le vi el viernes me dijo que había leído mi blog.

Después de conocernos en Palma, nos vimos en alguna ocasión en Madrid, y dos veces en Barcelona. Nos teníamos en el facebook, le tengo en el msn, y de vez en cuando nos llamábamos, pero ya hacia casi cuatro meses que no sabía nada de él. Supongo que estas cosas pasan.

Pues este viernes, cuando me llamo, estaba en Madrid. Había venido a pasar el finde; yo no tenía pensado salir, pero la visita merecía la pena. Me hacía ilusión verle, hablar de nuestras cosas y bueno salir un rato. Estaba en huertas con dos amigos y sus novias. Me dio el nombre del local y tiempo para ducharme, vestirme y llegar allí. En eso no había problema, estaba algo pedo, y no creo que se fueran a mover de allí. Aunque ya le dije que le volvía a llamar cuando bajara del metro, por si las moscas. Y así hice. Seguía allí.

El reencuentro fue emotivo. Me presentó a la peña con quien estaba; pedí una copa y seguí la conversacion. Me sentía a gusto, tranquilo, relajado, como si les conociera de toda la vida. Eran agradables, simpáticos y me caieron bastante bien. Después de esa copa, nos fuimos a cenar. Solo nos fuimos él y yo, los demás se fueron a otro local, ya que habían estado picoteando y no tenían hambre.

Hablemos de nuestras cosas, de trabajo, de relaciones, de la vida. Me pidió disculpas por no haber ido al entierro de mi padre, no había podido ir. Al de mi madre si. No tenía porque preocuparse, le entendía perfectamente. Me enseñó foto de su hijo; aunque nunca se caso con la madre, había mantenido una relación de dos años. Pero la cosa no funcionó y ahora ve al niño pues de vez en cuando, me imagino como la mayoría de padres que están separados. Injusto, eso sí, que siempre la mujer se quede la custodia, que el hombre tenga que pagar todo y que algunas mujeres se aprovechen de esa situación; pero la vida es así. El hombre siempre tiene la de perder.

Ahora no estaba con nadie. Le pregunté que hacía en Madrid, y me dijo que necesitaba desconectar un poco de la rutina. Que me lo digan a mi, que últimamente mi vida es pura rutina; no me quejo, pero también necesito desconectar; como todos... Se alegraba de verme, eso se notaba; yo también me alegré bastante de estar sentado con él. No sé, se le veía tan lleno de vitalidad, más delgado, tan guapo. La verdad que cuando le conocí me gustó un huevo, pero como ya he dicho, es hetero, y no tenía nada que hacer, pero eso no quita que me gustase. Y ahora, le veía más guapo; no sé, esos ojazos me volvían loco; él eso lo sabía, y nunca le dio importancia. Evidentemente yo tampoco se la daba; sería absurdo que lo hubiéramos echo, y más sabiendo que le gustan las mujeres. Como bien, algunos sabéis yo soy bisexual, aunque me gustan más los hombres, he tenido algunas relaciones serias con mujeres; tres veces en concreto me he enamorado locamente de una mujer; una de ellas ahora es mi socia, mi amiga... exacto, hablo de Lucia.

Pues bien, la llame para si se apuntaba a salir con nosotros, pero había quedado con unas amigas y que el sábado me diría algo. Él la conoció la primera vez que vino a Madrid, tras conocernos en Palma. No la veía desde Octubre, el entierro de mi madre. Y esta ocasión, pues pensé que sería bueno que se vieran; también para que no se tuviera que dividir, entre sus amigos y yo. Queráis o no, estaba él con gente que yo no conocía, pero por suerte, congeniamos enseguida.

Tras la cena, fuimos al local donde ellos se encontraban; ya llevaba dos copas, dos birras y el vino, y me empezaba a encontrar más contento de la cuenta. La verdad que para el alcohol tengo aguante (y para otras cosas también, sobretodo en lo que más me gusta en esta vida ¿lo adivináis? es fácil.... si si, el SEXO); él llevaba más que yo, pero ya sabía que también lo llevaba bastante bien. Recuerdo la última noche que salimos en Palma; fue en Titos, no se si alguno de vosotros la conoce, pero es una discoteca que esta de puta madre. Allí cogimos un pedo impresionante, pero después de estar toda la noche bebiendo y bailando. Joder, ahora lo recuerdo y es raro, pero extraño esa noche. Él acabo con una rusa y yo con una inglesa en el hotel de una de ellas. Fue impresionante, inolvidable y ahora que escribo sobre eso, me resulta raro que la mayoría no sepa que soy bisex. Aunque la verdad que siempre digo que soy gay, porque me gustan más los tíos. Nunca me han gustado las etiquetas, pero como eso siempre se pregunta, pues prefiero decir que soy homosexual; no me preguntéis porque, pero lo hago y no creo que tenga mayor importancia; para mi no la tiene.

En fin, que lleguemos al local, continuemos bebiendo, bailemos un rato, reímos, recordamos... me lo estaba pasando bien. Nos movimos por huertas. A la 1.30, más o menos, sus amigos se fueron. Mi amigo no había avisado a nadie de su llegada; más bien, se había presentado de sorpresa. Y sus colegas tenían compromisos al día siguiente y no podían quedarse; aunque si que quedaron para la tarde.
Yo la verdad que no tenía sueño, ni ganas de marcharme a casa, y él tampoco. Se hospedaba en un hostal de plaza Santa Ana; en Plaza d'or. Si hubiera sabido de su llegada, le hubiera ofrecido mi casa.

Pues bien, (como veis sigo con mis coletillas), los dos sin ganas de irnos a casa, decidimos continuar de fiesta. Bebimos y bebimos hasta que no se porque acabemos en mi barrio. Aquí cerca esta la "Sala" y 4 locales más abajo de la plaza de Oporto, y fuimos a uno de ellos. Fijaros que tontería, estábamos en centro y acabemos por mi barrio. Bueno, no fue el acabar, sino más bien era la continuación de una buena noche.
Una vez allí, con la copa en mano, y con unos cuantos cigarros ya consumidos (es lo malo del salir, que se fuma mucho), porque yo no suelo fumar demasiado, me confesó algo que yo ya sospechaba, y que me daba exactamente lo mismo. Que de vez en cuando consume Coca. Y que le gustaría tomarse un par de rayas. Yo no consumo, ni he consumido en mi vida, pero si se, donde podía conseguir. Supongo que la mayoría lo sabéis donde conseguir, por un amigo, o porque os han preguntado alguna vez. A mi me ha pasado en más de una ocasión, por ejemplo en Ohm, que algún tipejo me ha preguntado si busco material; no solo coca, sino speed, ácidos, pastis y cosas así. Yo beber, pues cuando salgo, pues bebo, fumar demasiado, pero solo tabaco. Paso de porros, paso de drogas por completo. No va conmigo.

 

Tras su confesión, le dije que teníamos que volver al centro, aunque eso no era problema, ni para mi ni para él. No teníamos prisas, aunque antes de coger el taxi, pasemos por un local, cerca esta de mi ático, que podían vender. Sin cortarme un pelo, pregunté a un taxista que había dejado un cliente, casualidad, enfrente del local. Le pregunté si allí vendían coca; me sentí ridículo, eso es cierto, por preguntarle, incluso ahora me siento mal por haberlo echo. No se, nunca he tenido que recurrir a las drogas, quiero decir, nunca he consumido, por lo tanto, nunca he preguntado. Quizás la bebida, me hizo decir las palabras, como si fuera algo normal. El taxista, se echo una risa; supongo que esta acostumbrado. O eso me pareció. Su respuesta fue que no, pero si quería podía llevarme al centro, que allí seguro que iba a encontrar, cosa que yo ya sabía.
Mi amigo, se petaba de risa, pero se reía sin sentido; si que era efecto del alcohol... yo la verdad, que también solté carcajadas sin venir a cuento.

Una cosita, antes de continuar, él aunque había estado en Madrid, no la conocía muy bien, y me pidió que no le dejara solo, y que si le podía acompañar al hotel. Este apunte, lo entenderéis cuando continué, que es ya mismo.

Por donde iba... así, cogimos el taxi, nos dejó en Gran Vía, con fuencarral. En el camino le expliqué que donde íbamos a ir, y que iba a encontrar coca, es un sitio de ambiente, pero que suelen ir mujeres. A eso él le daba a igual. Necesitaba tomarse dos rayas, para poder continuar y le sudaba si era gay el local o no. También quiero aclarar, que aunque consuma de vez en cuando, no es un yonqui, no esta hiper enganchado, ni nada por el estilo. Y que me ha dado permiso para escribir sobre este día en mi blog. No tenía intención de hacerlo, pero como paso lo que paso, para mi importante, pues lo he echo. Quizás algunos os parecerá estúpido, pero para mi no lo es.

 

Tras la segunda aclaración, continuo: Nos bajemos del taxi, y entremos en Ohm. No recuerdo la hora que era ya. Bajando las escaleras, le recordé de nuevo que es un local de ambiente, al cual suelo ir, y que se comportara. Se rió de nuevo y me dijo que si conseguía lo que quería que le daba igual; acto seguido me miro mal, y que parecía increíble que le hubiera dicho eso. Le cogí del brazo y le pedí que se calmara. El buen humor que habíamos mantenido durante la velada, había desaparecido de un plumazo. Durante un cuarto de hora, no dijimos nada. Fui a buscar la copa, un más, ya había perdido la cuenta de cuantas y le dejé en un lado de la pista. Al volver, estaba hablando con una tía; la verdad que había más mujeres de lo habitual en un viernes por la noche; ya tenía su copa en la mano. Me la presentó (la acababa de conocer) y ella a su vez, me presentó a su hermano. Creo que no eran hermanos, pero bueno, que me importaba a mi. Él tío se acerco demasiado a mi boca, agarrándome la camiseta morada (mi color preferido) y le aparte un poco. No iba a enrollarme con él; no recuerdo como es, pero no quería dejar tirado al mallorquín.

 

Me puse a bailar, mientras él se enrollaba con la tía esa, y le dije al oído si aun quería la coca. Me dijo que si, y entonces, acto seguido, nos pedimos disculpas y que por favor no le dejara solo en ningún momento. Acordaros lo que dije antes.

Bien, me metí más en medio de la pista y encontré a dos que seguro se que pasan coca. Le pedí un gramo, (50 pavos) y lo compré.

A mi vuelta, mi colega, casi amigo, y al día de hoy, ya ni eso, no estaba. Le pregunté al chaval que había intentado besarme, cosa que ya lo estaba haciendo con otro, que se había ido con su amiga. Sabía que no eran hermanos.

Me sentí gilipollas, por un instante, yo con el gramo de coca en el bolsillo (recuerdo que en algún momento en el taxi le había dicho hice, y supongo que lo dije por soltar alguna payasada, fruto de la borrachera); tras sentirme estúpido, me sentí indignado, y como si no hubiera bebido nada, estaba bastante cabreado. Cogí el móvil y le llamé. No me lo cogió. Estaba bien mosqueado, al ver que no me decía nada. No porque se haya ido con esa tía, sino porque no me había dicho nada. No sé, a un amigo, quizás se lo hubiera permitido, pero a un casi amigo no. Pues bien, esperé hasta que cerrasen (la puta casualidad hizo que esa noche no viera a ningún amigo mio, pero si que me encontré a mi ex (otro día os hablaré de él) cosa que hacía tiempo, pero mucho tiempo, que no veía); ya es puta casualidad, si, pero la vida te trae a veces este tipo de sorpresas. Se acercó a saludarme, y con mi bordería, del puto cabreo, le salude casi sin ganas. Bueno, sin ganas. Y me fui al otro extremo, era lo que me faltaba.

 

Ya tocaba salir de allí, y mi casi amigo, no había vuelto; tampoco creo que le hubieran dejado entrar. Yo me había fumado ya casi el segundo paquete, imaginaros lo que llegué a fumar, y en el móvil no tenía ningún mensaje. En mi bolsillo seguía teniendo el gramo de coca. Le dejé un par de mensajes de texto, un par de mensajes de voz, diciéndole que cuando pudiera que me llamara. Me cogí el metro, y me fui a casa.

Hoy es domingo, y no he recibido ninguna respuesta; el sábado salí con Lucia y un par de amigos en común; ella, naturalmente me preguntó por él, y le excuse, aunque ahora sabrá la verdad. A ella le cuento todo, pero como estábamos con más gente, no quise decirle lo sucedido. Pude hacerlo hoy, pero bueno, ella lo comprenderá. Pues bien, no he sabido nada de él. Y como os he dicho, hoy ya es domingo, más bien lunes (son las 0.21) y no me ha respondido a ningún mensaje, ni a las llamadas ni nada. Me pasé por el hostal, y pregunté por él; el recepcionista me dijo que se había ido por la mañana temprano. Por lo tanto me imaginé que estaba bien, no le había pasado nada, eso era lo que me preocupaba. No entiendo porque no me ha contestado, no entiendo porque no me ha dicho nada.

 

Antes de escribir, le he mandado un correo, porque se que esta en Palma. A sus amigos madrileños, no les puedo localizar; como he dicho, le conocí ese viernes, y no se me ocurrió pedir ningún teléfono. Lo íbamos hacer, pero son cosas que se dicen, pero que no se hacen... ya me entendéis. No me ha contestado, pero claro, si no contestó a un mensaje, porque iba hacerlo por correo. Eso si, se que esta allí porque uno de sus amigos de Palma, y compañero de trabajo, cual teléfono me dio la segunda vez que estuvo en Madrid, con él, y había echo un par de historias de catálogos (conoce a un buen fotógrafo mallorquín), y por eso quizás nos intercambiemos el números... pues eso, que me ha confirmado que ha llegado a Palma hoy por la tarde. El chaval, ni me ha preguntado el porque le llamo a él. Quizás lo haya echo otras veces... quien sabe, la cuestión, idiota de mi, me quedo más tranquilo el saber que esta bien. Él allí, y yo ahora escribiendo, mirando el puto gramo de coca. No lo he tirado, lo haré cuando termine de escribir. Y la casi amistad, se ha convertido en nada. Sin saber el porque.

Podría haber hablado mal de él; podría haber dicho, que era un yonqui, que era gay, que era idiota o yo que se; pero yo me debo a la amistad y a la verdad.

En fin, que si se algo de él, os lo diré, pero para mi, ya esta todo dicho. Y ahora si me disculpáis, voy a tirar el gramo de coca. Hasta la próxima.