Hacía tiempo que quería hacer esta entrada, pero por una cosa u otra no la escribía. Más bien por falta de inspiración, que como ya sabéis últimamente he escrito poco; más bien nada, y tengo a medio terminar el relato. Ya es la tercera vez que lo digo, y no me pongo manos a la obra, pero bueno, hay otras cosas más importantes.
Bueno vamos al lío. Cuando entre en Twitter, el 7 de Diciembre del 2010, justo cuando nació mi hijo, entré porque me picaba la curiosidad de ver cómo era; había oído hablar de él, pero a nivel más americano, más de famosos y sin saber que la gente también tenía cuenta. La verdad que me gustó porque es más directo, más ameno y porque te enteras de todo rápidamente. Al principio no lo entendía muy bien, ya sabéis que soy torpe para estas cosas, pero bueno, me hice en seguida con ello, tampoco es tan difícil, y empecé a twittear con la peña, a agregar a mis colegas, a gente del facebook, y a nuevos amigos. La jerga no la entendía, en principio (follows, unfollows, etc.) y luego te vas haciendo.
De mis nuevos amigos he conocido gente maravillosa, que respeta, que habla con tranquilidad, opina, no juzga y me rio bastante con ellos. Vale la pena y nos llevaremos bien en la realidad. Incluso algunos de ellos, les tengo agregados ya en el facebook y algunos tienen mi teléfono (ya sabéis también que no lo suelo dar, y menos con las cosas que pasan hoy en día).
Bueno, tras una introducción, la entrada iba por otro camino. Me hace gracia que en las redes sociales se formen guetos que veo innecesario. Yo opino así por mi experiencia y por lo que he hablado con la gente. La mayoría de los “seguidores” son homosexuales. No hay problema en eso, para nada, sino que parece ser que cuando te abres una cuenta (a ver como lo digo para que no haya malos entendidos, espero que no) aparecen como moscas. Yo incluido, ojo, que también me cuento. En Facebook, la mayoría de mis conocidos (incluido mis colegas) son homosexuales, en Twitter, la mayoría lo son, excepto algunos/as… sé que no soy el único que ha pensado en esto, pero es curioso. Lo negativo, es que algunos no se abren más allá de la homosexualidad y se cierran en ese gueto sin querer hablar con nadie más. Están en su derecho, de hablar con quien les apetezca, pero eso nunca me gusto. Eso va correlativo a que respete el orgullo gay, que no estoy para nada en contra, de las manifestaciones, de luchar por nuestros derechos (siento ser pesado pero quería decir que yo soy bisex, porque veo que algunos se sorprendan que tengo un hijo), de luchar por la igualdad; hasta ahí de acuerdo, pero no me gusta encerrarme en un gueto y quedarme ahí parado. Me gusta expresarme en cualquier lugar, y reconozco que tarde en ir a Chueca. No por nada, no porque me vieran, no por que hablen, nunca he ocultado mi condición, siempre lo he dicho abiertamente, pero no sé, como dije en Twitter, compartido con muchos amigos, me siento orgulloso de ser como soy, en ese día tan señalado, como el resto del año. Ojo, que respeto el orgullo gay como el que más.
Pues en Twitter creo que pasa algo parecido a un gueto. Como he comentado, algunos se cierran en banda en hablar con heterosexuales y cuando se enteran que lo son (esto lo tengo contrastado con colegas, conocidos, amigos, seguidores) les deja de seguir o les deja de hablar directamente y nunca entenderé que eso ocurra. Todos sabemos que al revés también ocurre, y quizás el insulto aparece en sus mentes (maricón), pero al revés, dejar de seguir a alguien por ser heterosexual, de hablar, comentar, etcétera, me parece peor que el insulto. Conozco a gente que solo tienen amigos gays, incluso algunas amigas, y eso pues yo lo veo absurdo. Tanto en un lado como en el otro. Incluso hablan mal de ellos. Si queremos igualdad y un trato natural, tenemos que empezar por nosotros mismos. Esto conlleva a empezar a tratarnos por igual. Jamás entenderé que a un homosexual afeminado se le aparte o intente apartar por tener pluma, vulgarmente hablando y para que todos lo entiendan. Yo reconozco que para mantener relaciones sexuales no me gusta, pero no les aparto o les ignoro. Es solo un gusto personal, nada más, pero acribillarles con insultos me parece penoso. Y creo que sabéis de lo que hablo. Y sigue ocurriendo hoy en día; he visto homosexuales insultando a otro por ser más afeminado, por ser gordo, por ser… siempre acribillan con insultos para creerse mejor. Nadie es mejor que nadie, todos somos iguales y debería de ser así. No importan la condición, tu forma de ser. Te puede gustar o no, pero llegar a evitar…
Me he salido del tema, lo sé, que cuando arranco esto es un no parar; antes de seguir, no quiero que nadie me mal interprete, no quiero ofender a nadie, ni nada por el estilo, es más, quiero dejar claro que a mi Twitter me divierte, me lo paso bien, he conocido gente maravillosa, gente desagradable, gente estúpida, pero antes de criticarles, se da al botón de dejar de seguir y listo. Es como la vida misma, si alguien te cae mal, no le tienes a tu lado. Todo el mundo, sabe por dónde voy. Creí, ingenuo de mí, que en Twitter no iba a tener problemas; tranquilos, no me voy a repetir, porque ya lo he explicado. Lo único que si voy a comentar, que solo quiero que me dejen tranquilo, que yo comento lo que creo conveniente, subo las fotos que veo necesarias y no quiero hablar más del tema. Y lo más importante es que dejen en paz a mis familiares y amigos. Porque a mis colegas también le han ido molestando, a mi primo en Facebook le han dicho cosas que no vienen a cuento, y como siempre digo, la peña es libre de pensar lo que quiera, de hacer lo que quiera, pero no tienen porque tocarme los huevos, sin más razón, de hacer lo que me sale de los mismos... no tengo porque subir fotos que no me apetecen, no tengo porque decir lo que quieren oír, porque por suerte, siempre he sido libre en mi vida personal, pues lo seré más aún en mi vida virtual. Que ya está bien de oir bobadas... que yo no voy pidiendo fotos a la peña, y si lo he echo alguna vez, sería en broma, porque cada cual es libre de hacer y decir lo que le apetece. Los que me conocen, ya saben como soy, y con eso me quedo.
Otra cosa que ocurre en Twitter y que no entiendo es que la gente quiera tener seguidores a toda costa. No entiendo porque tienen ese afán de tener seguidores, y lo que es peor, que te siguen para que le sigas, y a los cinco minutos te dejan de seguir. Le dejas de seguir, y a los cinco minutos te vuelven a seguir, para que le vuelvas a seguir... y vuelta a empezar. Hasta que se te hinchan los huevos y ya no les sigues, aunque te parezca un tío legal. Yo no sé porque hacen eso, tampoco les voy analizar, pero lo veo tan absurdo, y no sé a donde quieren ir a parar. Al igual los que están mirando constantemente si es cuarto o no en su ciudad, como el puto gallego que si algún amiguito suyo se lo dice, seguro que se identifica. Algunos ya saben de quien estoy hablando, cuya persona esta denunciada. Me hizo una gracia ver su tweet, de que era el cuarto de su ciudad... pero viendo su facebook, no le tengo agregado, ni mucho menos, ya sé porque lo hace, por falta de cariño, y falta de personalidad. Es tan triste su vida, que tiene que hacerse el importante (al igual que dijo que un tweet suyo salió en antena tres). Que me da igual si es verdad o no, no juzgo eso, pero con una vez que lo dijera me era suficiente. La verdad que a penas hablaba con él, y la verdad que pensé en dejar de seguirle, pero mira, lo dejé ahí, porque de vez en cuando, decía algo que me hacía reír... pero tras ver su facebook y tras hacerse el interesante cogiendo enlaces de mi blog, y creer haber descubierto algo, pobre iluso, y de ser un puto cobarde, me dejó de seguir... no, no estoy preocupado, ni en aquel momento, ni ahora, pero joder, el tipejo ese le falta un tornillo. En fin, otra anécdota más.
Otra cosa que ocurre en Twitter y que no entiendo es que la gente quiera tener seguidores a toda costa. No entiendo porque tienen ese afán de tener seguidores, y lo que es peor, que te siguen para que le sigas, y a los cinco minutos te dejan de seguir. Le dejas de seguir, y a los cinco minutos te vuelven a seguir, para que le vuelvas a seguir... y vuelta a empezar. Hasta que se te hinchan los huevos y ya no les sigues, aunque te parezca un tío legal. Yo no sé porque hacen eso, tampoco les voy analizar, pero lo veo tan absurdo, y no sé a donde quieren ir a parar. Al igual los que están mirando constantemente si es cuarto o no en su ciudad, como el puto gallego que si algún amiguito suyo se lo dice, seguro que se identifica. Algunos ya saben de quien estoy hablando, cuya persona esta denunciada. Me hizo una gracia ver su tweet, de que era el cuarto de su ciudad... pero viendo su facebook, no le tengo agregado, ni mucho menos, ya sé porque lo hace, por falta de cariño, y falta de personalidad. Es tan triste su vida, que tiene que hacerse el importante (al igual que dijo que un tweet suyo salió en antena tres). Que me da igual si es verdad o no, no juzgo eso, pero con una vez que lo dijera me era suficiente. La verdad que a penas hablaba con él, y la verdad que pensé en dejar de seguirle, pero mira, lo dejé ahí, porque de vez en cuando, decía algo que me hacía reír... pero tras ver su facebook y tras hacerse el interesante cogiendo enlaces de mi blog, y creer haber descubierto algo, pobre iluso, y de ser un puto cobarde, me dejó de seguir... no, no estoy preocupado, ni en aquel momento, ni ahora, pero joder, el tipejo ese le falta un tornillo. En fin, otra anécdota más.
Pues eso, que el Twitter también me he encontrado peña que es estúpida y que no sabe respetar al resto de twitteros, pero esa peña me la sopla... otra vez me repito, lo sé, pero es que el tema tiene tela y de ahí podría sacar un libro de psicología, para que la gente aprenda a respetar. La peña no saben vivir sin molestar, pero ellos sabrán y sobran en mi vida. Al igual que yo sobraré en las suyas, cual cosa no me preocupa en absoluto. Me quedo con la gente que me habla a diario, con la gente que opina, habla, con respeto y no juzgan... no solo lo digo por mí, sino que no juzgan en general. Evidentemente cada cual tendrá su opinión y así lo hacen saber en 140 caracteres, pero hay que saber opinar con respeto y ser contundente en lo que defiende, pero para eso no es necesario caer en el insulto. Si aprovechan la plataforma para insultar mal vamos. Pero hay gente para todo, y que se le va hacer, si la gente es así, que solo sabe insultar o se deja llevar. Hay gente que me cae bien y otras no, y es tan sencillo como pasar de ellos, sin más, y no tener que estar peleando cada dos por tres, aunque a veces, en más de una ocasión he caído en la trampa y he dado respuesta a alguien que no se la merecía. Y he caído también en el insulto fácil, pero os lo puedo asegurar que en más de una ocasión me he mordido la lengua y he pasado del tema. No puedo desaprovechar mis 140 caracteres en esa peña que no merece la pena.
Y creo que sobre el Twitter no se me olvida nada más, y si hay algo que se me olvida, pues lo comentare en otra ocasión, porque esta entrada ya he dicho lo que tenía que decir. Tan solo, añadir, que digan lo que digan, estaré al pie del cañón, moleste a quien moleste, y punto. Bueno, pues cierro esta entrada, agradeciendo a la gente, me siga o no me siga, que habla con respeto. Un beso para todos.
Hasta la próxima.
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