TIMES SQUARE 2009/2010

Otra película "Noche de fin de año" que me ha tocado el corazón, que me ha llegado a mis recuerdos que tenía ocultos. A mis puros y sinceros sentimientos que me lleva a escribir esta entrada, y mis dedos se deslizan por el teclado de mi portátil, escuchando música, y mis lágrimas inevitables se deslizan por mis mejillas.

Otra película que me hace volar hasta Nueva York, hasta aquella noche de fin de año, despidiendo mi horrible 2009, desafiando que el año que entraba fuera mejor que el que dejaba; no quería celebrar nada, no tenía ganas de estar con nadie, pero otra vez, mi ciudad favorita, la gente que yo quiero, me hizo ver un poco la luz, alumbrándome el camino. No quería celebrarlo porque en marzo del 2009 mi padre falleció, porque su corazón, dijo basta y se apagó dejandonos a mi madre y a mí; rompí muchas fotos porque no quería tenerlas, borre muchos recuerdos que de vez en cuando se desliza por mi mente; pero lo peor aún quedaba por llegar. En octubre, del 2009, un hijo de puta atropelló a mi madre. Yo me encontraba en Madrid, y fue mi tía quien me llamó para contarme que mi madre agonizaba en el hospital de Bilbao. Enseguida salí para allí.

En cuestión de segundos, mi mundo dio un giro inesperado, me había quedado sin padre y sin madre el mismo año. El dolor invadió todo mi cuerpo, el sufrimiento estaba muy dentro de mí, y muchos recuerdos invadieron mi mente, recuerdos que quise borrar, recuerdos que me hacía daño. Todo se había ido a la mierda, y el saber que no les iba a volver a ver, era una sensación muy dolorosa. Una experiencia que sé que todos tenemos que pasar, pero no de aquella manera, no porque el destino se cruzara en sus caminos, por algo que no habían elegido.

Los días siguientes fueron peores; me aferré, una vez más, a mí trabajo. Es obvio que no tenía ganas de hacer nada, pero mi trabajo fue una vez más mi salvador; recuerdo que hablé de nuevo con él, con el amor de mi vida, pero una vez más, no pude o no quise verle.

Necesitaba desaparecer, necesitaba estar lejos de España, y casi sin pensarlo, agilizando mi agenda laboral, huí hacía mi ciudad favorita; huí a Nueva York; necesitaba estar lejos de todos mis recuerdos; no quería pisar Ermua, no quería estar en mi ático, no podía ver fotos, no quería oír música... solo quería estar lejos de todo lo que había perdido y mi refugio estaba en mi loft, cerca del Central Park. Allí, aunque lleno de recuerdos de mis padres, de mis maravillosos padres, la situación era distinta. Para mí lo era, y era suficiente.

La casualidad de la vida, hizo que el destino de Candice y el mío, se cruzaran de nuevo. Ella se encontraba en la ciudad e iba exponer en una galería. Yo no estaba para celebraciones, ni lo estuve en aquel momento, pero tenía y necesitaba estar con esas personas, con ella, con sus amigos, con los mios y olvidar un poco que el 2009 me había dado aquel palo. Casi convencido por ella, casi convencido por mí mismo, fui a la galería (las fotos las voy subiendo poco a poco en mi facebook y el enlace ya sabéis cual es).

Recuerdo que trataba de no pensar en ellos; recuerdo que quise divertirme y casi lo logré. Sonreí un par de veces, me evadí de la realidad, me aferré a mi publicidad, a las fotos que me iban hacer, a ver a mis viejos amigos, a ver a toda esa gente, me hizo sentir bien; me hizo sentir vivo, me hizo sentir que mis padres seguramente estaban y están juntos y que no querían verme así. Estaba jodido, cosa lógica, pero me aferre a esos pequeños pasos que estaba dando, para salir de esa situación. Y un año más, el 31 de Diciembre, estaba yo en Times Square, celebrando que ese maldito año se estaba acabando y que un 2010 iba a comenzar.

Como pasa el tiempo, como pasan los segundos, que casi sin darnos cuenta y recordando que solo tenemos una vida, y que hay que vivirlas dos veces, hoy estamos ya en el 2012, y estoy viendo crecer a mi hijo que ya tiene once meses y que la casualidad de la vida, nació un año y poco más de la fecha en que falleció mi madre.

La vida está llena de esas casualidades y hoy, la película, me ha hecho recordar, que mis padres, juntos, abrazados, aún amándose con esa ternura, mirándose como la primera vez, dándose la mano, están viéndome como evolucionamos el resto de los mortales; están viéndome como cuido a mi hijo, como triunfo, como lloro, como sufro, como amo, como... tengo que parar porque se está haciendo duro y las palabras están saliendo desde mi corazón, tal cual, sin retoques, y hoy, ahora, no quiero estar triste porque ellos no están aquí.

Y hasta aquí, esta bella o no, entrada, dedicada a mis padres, que les amo con todas mis fuerzas y que les necesito más que nunca.