lunes, 20 de julio de 2015

MINI RELATO ERÓTICO (II)

Estoy a punto de hacerme una paja cuando suena el timbre de la puerta. Me acerco a la virilla y veo que esta mi ex novia con su hermana. Me pongo el calzoncillo y un pantalón de chándal, aunque el bulto es evidente. No me da tiempo a ponerme una camiseta larga, que tapara el paquete, aunque me da igual, así que decido no ponerme ninguna camiseta. Ella ya sabe cómo soy y no se va a sorprender al ver el chándal abultado. Y supongo que la hermana sabe lo que calzo. No es que me haya visto desnudo, pero si me ha visto en bañador y estoy seguro que mi ex novia le habrá explicado como tengo el rabo y las pelotas. Las mujeres hablan de nuestros tamaños y si les importa.

Abro la puerta, me acerco a ellas y les doy dos besos. Sus ojos se dirigen a mi paquete y antes de pasar, mi ex novia me pregunta si estoy ocupado. Le digo que estoy solo y que pueden pasar sin problemas. Se sientan en mi cómodo sofá y es cuando me doy cuenta que no apagué la tele; hay una película porno y se está viendo a un par de tíos follando a saco. Le está dando bien  por el culo. Cojo el mando apago la televisión y me siento en mi sofá de cuero negro, donde he reventado algunos ojetes.

Tras el segundo cigarro, las vuelvo a ofrecer alguna bebida. Ambas me piden un té helado. Me levanto, mi dirijo hacia la cocina. Les preparo dos vasos con mucho hielo, cuando siento la mano de Andrea en mi hombro y al oído, con temor que su hermana nos fuera a oír, me dice que se ha puesto cachonda. Me muerde el labio, cogiéndome la polla por encima de la tela. Me come la boca. Mi mano se dirige a su culo y la otra hacia los pechos. Los sigue teniendo bien puestos, nada caídos y me siguen poniendo a tono. Ambos nos dirigimos al salón. La hermana está ojeando una revista. No es mía, seguramente la llevaba en el bolso. Me pide un cigarro, anteriormente se había fumado el último. Da un leve sorbo al té helado. Creo que esta incomoda, y casi sin terminar el cigarro, nos comenta que se tiene que marchar, que no se había acordado que tenía que hacer unos recados, algo de buscar un traje a la tintorería. Le dice a su hermana Andrea que si quiere quedarse, que no hace falta que la acompañe. Le damos dos besos, la acompaño a la puerta y tras cerrar, no dudo en quitarme la ropa. Tengo el rabo duro y cogiéndomela con una mano, me dirijo al salón. Andrea esta semidesnuda, y a cuatro patas. Me la empieza a mamar, estirándome los huevos. La chupa de maravilla. Muevo las caderas, follándola bien la boca. Se mete mi cipote en el canalillo y empieza a menearla. Empiezo a sentir el placer, la pongo de pie, la beso, mientras mis dedos juegan en su clítoris. Se lo cómo. Mi lengua juguetea dentro de ella, mientras mis dedos juegan en su culo. La giro y la empiezo a follar, lentamente, y poco a poco subiendo el ritmo. Me pide que la dé por detrás y sin problemas, por haber jugado bien con su ano, se la voy metiendo centímetro a centímetro. Subo el ritmo, la cojo los pechos, nos comemos las bocas, estamos sudando, gozando… grita de placer, estoy encambronado, me pone muy cerdo sentir sus gemidos. Se la saco del culo y se la meto en su coño súper húmedo. Sigue gimiendo, sigo subiendo el ritmo, hasta sacarla y correrme en sus pechos. Juguetea con mi lefa, y me besa con ella dentro. Mi polla sigue dura, así que se la meto de nuevo en el culo y vuelta a empezar. Nos volvemos a correr. Nos metemos en la ducha, y allí follamos de nuevo. Insaciables, incansables.

Tras unos buenos polvos, nos tumbamos en la cama y me enciendo un cigarro. La invito a cenar, pero no en casa, me apetece salir. Acepta pero con una condición, que le dé una respuesta a su propuesta o al menos si me lo he pensado. La sonrío, y la doy un beso. Me levantó de la cama, me pongo un slip, unos pantalones vaqueros y una camiseta blanca. Mis zapatillas nuevas. Ella se viste con rapidez, pero me pide unos minutos para maquillarse. Está muy guapa sin maquillaje, pero se empeña en pintarse. La espero en el salón. No tarda más de cinco minutos, cosa que es de agradecer. Bajamos las escaleras y decidimos ir al chino que tanto nos gusta. Es una idea estupenda. No está lejos de mi casa, así que, con un cigarro en la mano y la otra agarrada a la suya, vamos caminando con una cierta alegría. Ella y yo siempre nos hemos llevado bien y en la cama nos hemos entendido a la perfección. Es una leona y sabe cómo excitarme. No con todas las personas ocurre eso, así que el sexo con ella es lo más, aunque como pareja no nos llevábamos tan bien. Pero lo que importa es como nos llevamos ahora. La decisión mía ha sido muy meditada y la respuesta es un sí. Así se lo dije mientras cenábamos.

 

La casualidad hizo que al salir del restaurante, me cruzara con mi ex novio Daniel. Con él no había terminado demasiado bien, quizás porque me había follado un par de veces a su novio, que actualmente está fuera por trabajo. Sé que siguen juntos, por algunos amigos en común, y porque en este “mundillo” al final todo se sabe. A él si le pudo perdonar, pero creo que es porque no sabe estar solo, pero a mí, y con razón, no quiso hacerlo. Estaba con algunos amigos en común y con dos chicos que no conocía. Paremos un segundo para saludarles. Daniel solo saludo a mi ex novia. Los dos chicos desconocidos, me miraron de arriba abajo, y uno de ellos me guiñó el ojo. Andrea y yo proseguimos el camino vuelta a casa, cuando recibo un whatsapp de Alberto donde me dice que los dos que me había presentado minutos antes, querían conocerme a fondo y ver lo que escondía debajo de los pantalones, que habían visto algo abultado… uno de los dos estaba bastante bueno, aunque el otro no me atraía, le contesté Alberto que les diera mi teléfono, que algo se podría hacer; lo que no imaginaba que iba a ser esa misma noche. Andrea tenía que despertarse temprano al día siguiente, así que no iba a quedarse en casa a dormir, más aun sabiendo que poco iba a dormir. Así que iba a estar solo. Contesté al mensaje que había recibido de los números que no tenía en la agenda; me imaginaba que era de ellos dos. Se los hice confirmar con una foto. En su whatsapp no tenía ninguna puesta. Una vez confirmado, le envía la foto de mi pollon y huevos junto a mi dirección. En cuestión de segundos respondieron que deseaban tragarse y ser penetrados por mi pedazo de rabo. Que en veinte minutos llegaban. Tiempo para darme una ducha y quedarme en pelotas.

El rabo lo tengo en reposo y aunque me he corrido bastantes veces con las folladas con Andrea, siempre me quedan ganas de fiesta. Me preparo un ron con naranja, con cinco cubitos de hielo. Me siento en el sofá, fumando un cigarro, cuando el timbre suena. Son ellos. Les abro, dejando la puerta de arriba entreabierta. Llaman a la puerta, les hago pasar. Al llegar al salón, me levanto. Uno de ellos exclama: “hasta en reposo la tienes grande”. Le como la boca al que me gusta más, mientras el otro empieza a comerme la polla. Va creciendo en su boca, juguetea con mis pelotas. Los dos me están comiendo la polla, cuando uno de ellos se pone a cuatro patas y él otro le empieza a comer el culo. Cuando lo tiene preparado, se pone un preservativo y empieza a fallárselo. Mientras le estoy dando pollazos en la boca, metiéndole los huevos, le medio asfixio, está excitado y empieza a jadear como un perro. Estoy encabronado y es mi turno. Me pongo el condón y le tiro un gapo en el ojete. Me pide que vaya con cuidado. Se la meto de golpe, y empiezo a embestir desde el primer segundo; no hay cuidado que valga, lo tiene bien abierto. Jadea como un perro, mientras intenta comer el rabo al otro. Gime, grita, le embisto bien durante un buen rato. La saco, me quito el condón y se la meto en la boca. Juega con los dos nabos, mientras nos comemos la boca. Me quiero correr en su cara para que el otro se la lama. Me la sigue chupando, se la saco de la boca y me corro en su cara. El otro lame mi lefa recién sacada, y me limpian el nabo. Su novio se corre también y se queda tumbado en el sofá. La sigo teniendo dura dentro de su boca. Le pongo de pie, le empujó contra la pared y se la vuelvo a meter. Le doy caña, no quiero quejas, no quiero que se quede insatisfecho. Su novio se la pela en el sofá y mirándole, casi desafiándole, le pido que se lo folle, mientras le follo a él. Le excita la idea. Se pone otro condón, y se le introduce. Una vez dentro, se la meto bien adentro y empezamos el bombeo. Esta vez me corro en sus nalgas. Él dentro del condón. Chorrea mi rabo, se lo hago limpiar. Me enciendo un cigarro, me piden lavarse; no hay problema. Se limpian en el cuarto de baño y al salir me invitan a una orgia para el próximo fin de semana. Me felicitan, mi fama es real. Se han sentido llenos en todos los sentidos. Salen por la puerta, no sin antes besarme, y tocar mi rabo medio duro. Me siento y miro que los cubitos de mi vaso están desechos.

4 comentarios:

  1. estos relatos si que me ponen a mil , saludos guapo.

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  2. Holaaa Asier soy Antonio me he puesto muy cachondo,como molan estos relatos,toy muy empalmao jaja sguro que cuando lo escribiste te pusiste a tope es lo mejor xd.Que tengas un miercoles muy bueno nene besazooo ciaooo

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    1. De eso se trataba colega, de poner a mil jajajaja. Besotes Antonio

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