jueves, 12 de enero de 2012

UNA BREVE AVENTURA (FICCIÓN)

Confieso que me gustaba el novio de mi sobrina mayor. Él es  tan atento, tan dulce, tan besucón que me muero de envidia; la trata mejor que una reina. Se nota que esta enamoradísimo de ella. Como la envidio. Nadie nunca me ha querido así. Incluso hay noches que le hace la cena, masajitos y es muy detallista.
Me empecé a dar cuenta que me gustaba, a medida que iba tratando con él. Al principio, como suele pasar en todas las relaciones, te siente cortado porque no sabes bien de qué hablar, o si pensará mal de ti por ser gay, o si le caerás bien o no. Pues eso, cada vez hablábamos mas, nos íbamos de vacaciones a la casita de la playa y cuando le veía en bañador, sin camiseta, me ponía nervioso. No entendía porque, o me daba miedo entender por qué; la verdad que no tiene gran cuerpo, no esta fibrado, pero tiene una barriguita muy graciosa. Es muy guapo, rubio, con ojitos grandes y azules. Es muy majo. Me gustaba pasar ratos con él, y cuando íbamos a cenar, aprovechaba a decir tonterías de mariquitas cuando bebía. No me preguntéis porque hacia eso, pero me salía solo. Soñaba con él muchas noches, y me levantaba empalmado pensando que me lo podía cruzar en calzoncillos por el salón, a media noche, cuando te levantas a buscar un vaso de agua. En bañador marcaba un paquete fabuloso, y se intuía que estaba dotado. Me volvía loco solo de imaginar que podía besar sus labios.
Pero todo esto solo estaba en mi imaginación y por supuesto lo llevaba en secreto; cuando empezó a besarme en la mejilla, al saludarme, la verdad nunca me había tratado mal, creo que me sonrojaba y todo; sentía sus labios en mi cara, y me entraba ganas de besarle allí mismo. No sé si él sentía algo así, pero eso pronto lo descubrí.
Una noche de verano, mi sobrina tenía que trabajar el sábado por la mañana en el supermercado; su jefe le había ascendido a encargada; suponía más dinero, pero también más responsabilidades. Mis padres se habían ido de viaje, y mis hermanos ese fin de semana no habían subido; la casa la teníamos para nosotros solos. Pues esa noche, tan calurosa, salí a la piscina a bañarme; como creía que él estaba durmiendo en la habitación, junto a su novia, decidí bañarme desnudo. Me quite el bañador y sentí el agua tibia, por la noche suele estar el agua calentita; una sensación agradable invadió mi cuerpo. Sentir el agua en todo mi cuerpo, liberado del bañador, me hizo sentir más libre que nunca. La mente casi en blanco, me deje llevar por mis emociones. Salí del agua, me encendí un cigarro. La toalla la había apartado de mi lado, y no la tenía a mano; cuando, ¡sorpresa! Él sale por la cristalera. Cuando me quise levantar ya me había visto desnudo. Me tape con la toalla, cuando suavemente, me dijo que no le importaba que estuviera desnudo, que a él le encantaría bañarse así; sin cortarme, pero con gran timidez, le dije que lo hiciera; una risa nerviosa salió de mi boca. Nos reímos por unos instantes, pero cuál fue mi mayor sorpresa, que ni corto ni perezoso se quito el bañador; no andaba equivocado, tenía un gran pene y dos testículos grandes, colganderos… me metí en el agua para disimular mi erección, que él tuvo que intuir. Se lanzó al agua. Hicimos unos largos, nos reímos, hablemos de trabajo y de nuestras cosas. Los nervios se me habían ido, pero la vista de vez en cuando, recorría su cuerpo. Se ruborizaba, pero no le importaba. Medio en broma, medio en serio, me preguntó si le gustaba lo que veía. Me reí y le di un puñetazo, en el hombro, como jugando. No quería responder, aunque me quedaba con las ganas.
Aquella noche no paso nada, pero el sábado si. Por la noche, nos fuimos de cena los tres. Le invité a un italiano, del paseo marítimo, que me encantaba. Tomemos una sangría bien rica, fría. Hacía calor. No íbamos a salir porque mi sobrina estaba agotada, pero si  nos tomemos unos mojitos en una pub, donde lo hacen muy buenos; nos sentemos en unas butacas, súper cómodas. Al aire libre. Me fume un par de cigarros mientras conservábamos con tranquilidad. Mi sobrina se le cerraba los ojos y nos pidió que fuera la última. Y así fue. Nos fuimos a casa; menos mal que ella no había bebido tanto como nosotros y pudo conducir; recién estrenado su carnet, le deje las llaves de mi Peugeot.
Lleguemos a casa y ella se dirigió a la habitación. Se despidió, se iba a la cama; mañana aunque era domingo, quería levantarse temprano, implicándonos a nosotros, para ir al mercadillo. Quería mirarse algo de ropa, o alguna cosilla de verano.
Los dos, casi sabiendo lo que pensábamos, uno del otro, nos fuimos a la piscina. Como estaba algo piripi, me quite la ropa, incluido la interior, y me lancé al agua. Él hizo lo mismo; me hacia ahogadillas, se montaba encima, haciendo el ganso, nos reíamos a carcajada limpia. La casa, al estar en una montañita, de la costa, no molestábamos a nadie. En una de las bromas, nuestros labios casi se rozan, y sintiendo su mirada en la mía, nos besemos como bestias. Nos comimos las bocas con pasión, como si fuera el último hombre de la tierra; baje las manos por sus espaldas, recorrí su cuerpo, y con suavidad, le agarré sus testículos; sentía su erección, su calor; acaricie su pene, ya erecto del todo y se dejo llevar. Le bese, recorriendo su cuerpo. Le hice una felación. Eyaculó en el suelo y casi vistiéndose, me dijo: “ya has conseguido lo que querías, ahora seamos amigos y de esto ni una palabra”. No dijo más y se marcho. A mí me dejo súper excitado, pero decepcionado por decirme aquello. Me sentí culpable por mi sobrina, que hasta ese momento no había pensado en ella; no quise imaginar como la iba a poder mirar al día siguiente; iba a estar incomodo, y me daba miedo que ella notara algo raro entre nosotros dos.
Pero aquello no sucedió. Fue más fácil de lo que me esperaba. Él se comportó como si no hubiera pasado nada; ella estaba feliz a su lado y así continúan a día de hoy. Yo fui quien perdió: la confianza en mí mismo.

Besotazos, hasta la próxima.

4 comentarios:

  1. Hola Asier, esta bien eso de indicar que es ficción, para evitar malos entendidos, como en el relato anterior, porque tal y como redactas de verdad que si no lo indicas podría pasar por una historia real. Aunque si se lee tu blog con frecuencia se sabe cuando estas hablando de tu vida y cuando es un relato.
    Como siempre una entrada genial.

    Un saludo,
    Franek

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  2. Hola Franek. Por eso lo puse, no quería que pasara lo de la otra vez. La escribí esta tarde en treinta minutos.
    Gracias por tu opinión

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  3. Hola Asier,

    Me ha gustado tu relato, pero echo de menos que escribas alguno donde los protagonistas sean dos chicos bi y una chica, estoy segura que con tu experiencia, fantasía y creatividad, te sadría algo muy excitante.

    Parplacer

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  4. Hola Parplacer!

    Tomo nota de lo que me pides, e intentare escribirlo.
    Saludos

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